lunes, 4 de julio de 2011

sentimientos




No puedo llorar aunque mis lagrimas quieran salir...
No puedo llorar aunque este solo y nadie me vea...
No puedo llorar por respeto a todos aquellos que pudieron navegar pero nunca tuvieron la oportunidad...
No puedo llorar por respeto a los que murieron en la orilla a los pies de una tierra rica. Por los que no pudieron volver. Por los que el mar no tuvo piedad de ellos.
Gente sin duda luchadora, gente con sueños, gente con esperanza que ya nadie recuerda.
Ellos son los héroes, pero ya nadie les venera.
Aunque yo Isaac admiro y los tengo presentes.

Silencio... no silva el viento ni se oye el mar, todo esta en calma... Parece que todo este quieto, inmóvil, que no avance. Pero se que el sol cada día sale por el este y se oculta por el oeste. Él me indica que sigo navegando. Él me dicta las horas, y él me guía. Por eso se que me muevo y en una sola dirección, aunque la estela de mi barca sea muy pequeña y apenas visible, se que me muevo.
Espero con impaciencia la lucha, las corrientes, la tempestad, la bravura del mar para poder gritar y liberar mi ira. Y entonces estar por unos instantes al lado de los Dioses. Cara a cara. 
Poder gritar. Decirles que sigo vivo, que no me podrán parar. 
Porque no soy un superviviente sino un luchador.
Porque no sigo las normas del mar sino las que dicta mi corazón.
Porque soy el presente y el futuro de mi familia.
Porque soy el que cambiara las cosas, soy el que debe y tiene que llevar a mi familia al lugar que le corresponde. En lo mas alto, junto a los Dioses. Porque es el lugar que nos corresponde, porque nunca han dejado de luchar por un futuro! Porque les arrebatasteis la oportunidad, pero lucharon por mi! Y aquí estoy! Yo no tengo tregua ni descanso!

He dejado atrás gente sin ilusión. Gente que sobrevive aunque crean que viven, pero viven con la incerteza del mañana. Gente que ven muy lejanas las islas llenas de tesoros. O bien no creen en ellas.

No digo que sean lejanas. Pero hoy, yo, estoy mas cerca de ellas. Gente sin valores por los que luchar, gente que al contemplar el horizonte, creen que allí se acaba el mar. Solo creen en lo que ven, y ven, lo que quieren creer.
Gente que piensan que soy un soñador, que estoy loco, porque no soy como ellos. Pero al partir tuvieron sus dudas, y temen en su interior que encuentre las islas. Esas islas llenas de tesoros. Porque entonces sabrán, se darán cuenta en su interior, de que la llama de la vida se les apago hace tiempo o bien nacieron sin ella.

Cristóbal Colón, Dalí..., todos ellos estaban locos, pero siempre vieron en el horizonte algo mas. Julio Verne lo escribió, y encendió la llama en muchos de ellos. Y, Amstrong al pisar la luna verifico esa realidad escrita por Julio Verne.

Yo no digo que sea uno de ellos, pero se que en mi interior hay una llama.


*(si has entrado por primera vez y deseas saber la historia de Isaac, empieza por el primer fragmento "La primera piedra" y ves leyendo hasta este ultimo.)

*Foto: Periodista Digital, 01 de enero de 2010 a las 08:47.

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