domingo, 3 de julio de 2011

...la botella, pensamiento de un espíritu libre.




Navegando he conocido grandes pensadores, grandes filósofos, grandes locos de su tiempo que nadie creyó en ellos; Que nadie se molesto en escucharlos tan siquiera. Pero yo Isaac, en mi pequeña barca los he conocido, yo un pequeño marino.

Del mar recogí una botella de cristal en cuyo interior guardaba notas escritas. Notas que alguien escribió desde su pequeña isla, y que las lanzo al mar.  No en busca de auxilio, sino para que todo el mundo conociera su saber, su pensamiento. Para que perdurara por los siglos de los siglos.

Esta botella lleva tu nombre Isaac. Porque tu entiendes mi pensamiento, entiendes mi alma, entiendes mi declaración de guerra. Que no es otra que la tuya misma.

Hay que aprender a ver, hay que aprender a pensar, hay que aprender a hablar y a escribir: la meta en los tres casos es una cultura noble.

El hombre liberado, y mucho mas aún el espíritu liberado, pisotea el modo despreciable de bienestar con el que sueñan la mayoría de la gente. El hombre libre es un guerrero.- ¿En función de que se mide la libertad de los individuos? En función de la resistencia que debe ser sometida, en función del esfuerzo que cuesta mantenerse arriba.

El gran peligro Isaac hace de nosotros algo que merece un profundo respeto. Solo el peligro nos hace tomar conocimiento de nuestros recursos, de nuestras virtudes, de nuestras armas y de nuestras defensas, de nuestro espíritu,- nos impone ser fuertes...

Roma entendían la libertad en el mismo sentido en que yo y tu Isaac entendemos la palabra libertad: como algo que se tiene y no se tiene, que se quiere, que se conquista...

La voluntad de solidaridad con nuestras cadenas de generaciones, hacia el futuro y hacia el pasado, en infinito. Si esta presente esa voluntad, se funda algo como el Imperium Romanum.

Los grandes hombres son como las grandes épocas, materiales explosivos en los que se acumula una fuerza inmensa; su requisito previo es siempre, que se junte, se acumule, se ahorre, y se mantenga largo tiempo con vistas a el, -que durante largo tiempo no haya tenido lugar ninguna explosión. Si la tensión es demasiado grande, es suficiente con la excitación mas casual para que surja el “genio”, el “hecho”, el gran destino.

El gran hombre es un fin; el genio –en obra, en hecho- es necesariamente un derrochador: se derrocha a si mismo, esa es su grandeza Isaac...

Casi todos los genios conocen como uno de sus desarrollos la “existencia catilinaria”, un sentimiento de odio, de venganza, de rebelión contra todo lo que ya es, lo que ya no deviene... Catilina- la forma preexistente de todo Cesar.-

“increscunt animi, virescit volnere virtus” (el espíritu crece y el vigor se fortalece con la herida).

Solo se mantiene uno joven bajo el supuesto de que el alma no repose.

Ahora que hemos compartido nuestros pensamientos, ahora que conoces tu espíritu Isaac, no dejes de luchar, por tu libertad, por tu espíritu, por tu ideal, por tu declaración de guerra, por tu alma, y sobretodo por tus islas. Esas islas llenas de tesoros.



Friedrich Nietzsche, desde mi pequeña isla.


*(si has entrado por primera vez y deseas saber la historia de Isaac, empieza por el primer fragmento "La primera piedra" y ves leyendo hasta este ultimo.)

*Ilustración: "The letter in the bottle" "La carta en la botella" Desconocido.

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