martes, 19 de julio de 2011

...



Contemplo la llama mientras mis ojos se apagan, contemplo el cimbreo cuando el aire frio acaricia su calor… contemplo mientras sueño que muero…

Si muero no quiero que vacilen tus risa ni tus pasos,
No quiero que se muera mi herencia de alegría,
No llames a mi pecho, estoy ausente.
Vive en mi ausencia como en una casa

Es una casa tan grande la ausencia
Que pasaras en ella a través de los muros
Y colgaras los cuadros en el aire

Es una casa tan transparente la ausencia
Que yo sin vida te veré vivir
Y si sufres, me moriré otra vez…



Cuando yo muera…

quiero tus manos en mis ojos:
Quiero la luz y el trigo de tus manos amadas.
Pasar una vez más sobre mi su frescura,
Sentir la suavidad que cambio mi destino.

Quiero que vivas, mientras yo dormido, te espero,
Quiero que tus oídos sigan oyendo el viento,
Que huelas el aroma del mar que amamos juntos,
Y que siguas pisando la arena que pisamos.

Quiero que lo que amo siga vivo
Y a ti te ame y cante sobre todas las cosas,
Por eso sigue floreciendo, florida.

*(si has entrado por primera vez y deseas saber la historia de Isaac, empieza por el primer fragmento "La primera piedra" y ves leyendo hasta este ultimo.)


*Poema:"Si muero" y "Cuando yo muera" de Pablo Neruda.
*Ilustración: "Dream for yesterday" by BLUE-A deviantart.

lunes, 11 de julio de 2011

lobo de mar.



Conozco a un hombre al cual admiro desde lo más profundo de mi corazón.
Un hombre en constante lucha contra el mar. Ese mar que lleva dentro…

De pequeño perdió a su padre, y nunca tuvo a nadie que le enseñara, que le aconsejara... 
Aprendió por él mismo las leyes del mar, pero al llegar la noche el sufrimiento invadía su soledad.
Su navegar no fue un rumbo libre, sino un luchar contra la tempestad. Donde el destino lo hizo participe de él. 
Ese mismo destino que no lo dejo elegir. Y desde entonces se juro luchar contra él. 

Con pocos años ya destacaba en el colegio. Era un niño brillante, inteligente, que ya de muy pequeño poseía una cierta elegancia tanto en la formas como en su educación y cultura. 
Los números era su fuerte, prueba de ello es que siempre lo veías con un libro en las manos de un lado para otro. Aquellos maestros auguraban un gran porvenir dado las cualidades que mostraba, y él orgulloso de sus notas, las mostraba a sus padres en cuanto llegaba a casa.

El destino quiso llevarse a su padre cuando aun el era un niño. Y fue entonces cuando la familia necesito a un hombre.
Una familia perdida en medio de un gran océano, sin expectativas de una tierra firme donde encontrar cobijo en un mar lleno de incertidumbres

Sobrevivir no era fácil. Tomo la decisión de coger esos remos que hasta entonces había llevado su padre, y empezó a remar con todas sus fuerzas. Ayudándose de su cuerpo, de sus brazos, de sus manos... día y noche, meses y años... y del mismo modo que remaba se alejaba de sus sueños... 

El quería ser un prestigioso abogado e hizo méritos para ello, pero hoy remaba en la dirección opuesta viendo como su sueño desaparecía en el fondo del mar. Aquella no era su voluntad, pero si una necesidad de la cual dependía todos aquellos que tanto quería. 

Con el tiempo y a medida que se alejaba de sus sueños, sus manos se volvieron mas rudas, mas fuertes, y al igual que su cuerpo se lleno de cicatrices. Cicatrices de un mar de agua salada, que escuecen en la piel cuando son abiertas por el recuerdo al cual le lleva la mente.

Manos que nada tienen que ver, con las finas manos de un abogado. 

Nunca mas decidió llorar, porque al derramar esas lagrimas y llegar a sus labios notaba la sal del mar. Esa sal que contiene la espuma del mar al correr por tu cara. 

Nunca tuvo a nadie donde refugiarse de su dolor, y aprendió a llorar sin vertir lagrimas saladas...
Nunca, tuvo un padre que le enseñara a navegar. Que le hablara del mar.

Transcurrió el tiempo y el amor llamo a sus puertas. Pero ahora no las cerraba el mar, sino las propias familias que no deseaban esa unión. 
Eran culpables de amor y ello les llevo a huir, a fugarse a tierras lejanas para vivir su pasión.

Llegaron tiempos de guerra y aquella patria que dejo lo reclamo. Navego rumbo a las costas de África.
Dos largos años permaneció en un desierto lleno de olas de arena, mientras a mas de mil kilómetros de distancia, en el otro extremo del mar, nacía su hijo.

De regreso volvió a su tierra. Junto a su amada y el pequeño, estableciéndose en la otra punta de un país que lo vio nacer.

Ambos trabajaron muy duro para ello, no era fácil sobrevivir con lo poco que llegaba a casa, pero nunca dejaron que al pequeño le faltara de nada y con el tiempo lo inscribieron en el mejor colegio de la ciudad.
Un colegio privado al cual solo accedían hijos de abogados, médicos y empresarios, pero no de marineros, y aun así pagaron su precio.

Quiso que su hijo tuviera la oportunidad que le arrebato el mar, y entonces se juro a si mismo que nunca le faltaría, lucharía por su continuación, por su hijo.
Entonces se encadeno a su barca, para no dejar nunca de remar, para que él tuviera su propia oportunidad, su propio destino, sus sueños, nuestros sueños...

Fue sin duda muy estricto y exigente en su educación y estudios, y sobre todo,  muy rígido en la enseñanza del mar.
Nunca lo trato como a un niño, sino como a un hombre.
Tenía que ser fuerte, no llorar, luchar y nunca mostrar debilidad a nada ni a nadie, cosas que un niño no entiende, pero hoy puedo comprender. 

Nunca le explico su historia, fue su madre quien le hablo de ella al no comprender ese pequeño porqué era tan duro con él.
A escondidas, sentado solo en la cocina, ese lobo de mar  lloraba y sufría en su alma porque aprendió a ser padre sin haberlo tenido.

Nunca he dejado de admirarlo, de sentirme orgulloso de ser su hijo.

Construyo con sus propias manos la mejor nave que jamás ha hecho, pequeña porque era todo lo que tenia pero la más rápida y ligera hecha con la experiencia del mar que a lo largo de tantos años a aprendido, y deposito en ella toda la ilusión y todos sus sueños…

Y este fue el mayor regalo de Isaac.

Esculpió un mascaron para el casco de proa. Un soldado con el timón en las manos, para que los Dioses supieran que el destino de esta nave esta en nuestras manos. En tus manos Isaac.

así la bautizaron, "Morgen".


*(si has entrado por primera vez y deseas saber la historia de Isaac, empieza por el primer fragmento "La primera piedra" y ves leyendo hasta este ultimo.)

*Foto: Mascaron de proa del Palinuro.

miércoles, 6 de julio de 2011

...hielo



Empieza a nevar. Pequeñas partículas de agua flotan en el aire, revoloteando alrededor de mi barca hasta depositarse en su madera tiñéndola de blanco.
Hace frio.., frio que viene acompañado de un viento que empuja mi barca, hacia fragmentos de un puzle helado que viajan a la deriva. Escoltan mi barca a su paso haciendo su transcurrir más lento y complejo.

El frio helado pone a prueba todos mis sentidos. Sus caricias parecen envueltas en cloroformo, intentando someterme a un profundo sueño. Un sueño sin dolor, apacible.., como la brisa fría la cual cimbrea mi llama, lentamente…

Las aguas crean un laberinto trasladando piezas de hielo de un lado a otro. Cambiando sus formas constantemente intentando desorientarme, intentando perderme en él. En ese espacio blanco de la nada…
A mi paso, los bloques se cierran tras de mi fusionándose unos con otros. Intentando borrar las huellas de una nave que se abre paso lentamente, mientras desaparece su estela bajo un desierto que hielo que se extiende tras de mí.

El llanto de mi nave se vuelve estremecedor. Abriendo con su casco nuevos senderos de navegación mientras agoniza con el crujir de su madera.
Los glaciares se convierten en espectadores a nuestro paso mientras que el frio no cesa de silbar en mis oídos, haciéndose presente su aliento…
El navegar cada vez es más lento. El mar se sume en un estrecho rio de agua salada que desaparece a nuestro paso.

Erguido, con su espalda desnuda apenas cubierta por una piel de lobo aparece ante mí. Contempla el ir y venir de los bloques de hielo, observa minuciosamente sus movimientos, atento.
Su barba llena de escarcha se muestra impasible al juego del viento, mientras que en su mano derecha sostiene su martillo, aquel con el que forja su acero. 
Con él me señala el timón, lo mantengo firme aunque mis manos enrojecidas están fusionadas a él.
El frio cristaliza mis lagrimas acallando mi temor, rezo por dentro para no quedarme dormido, no quiero fallarle a mi Dios, no puedo fallarle a los míos.., nuestros sueños..,
nuestras islas.., cada vez me pesan más los ojos.., ya apenas noto el frio…

Un estruendo me despierta súbitamente. 
Contemplo a mi Dios arremetiendo su martillo con furia contra los bloques de hielo que se interponen en nuestro camino. Intenta abrir paso con su mazo. Descarga su ira fragmentado en pedazos las placas de hielo que cierran nuestro camino. Grita a los Dioses enfurecido, les insulta, les maldice, y arremete contra el hielo, una y otra vez... Pero los fragmentos ya no se dispersan, sino que se acumulan delante nuestro.
Solo es cuestión de tiempo. Quedaremos encallados en un desierto de silencio y hielo.

Atrapados en el hielo, ante nuestros ojos se forma una ventisca de nieve. El enojo de los Dioses prende vida a través de una ola gigante de nieve que viene en busca nuestra, acercándose a gran velocidad con la intención de devorar nuestra nave y sepultar nuestros cuerpos bajo su lengua.
Inmediatamente mi Dios se replega viniendo hacia a mí a toda prisa, se abalanza sobre la vela recogida, y desplegándola con toda su fuerza, la extiende sobre la nave cubriéndola toda ella a modo de tienda.
El aliento de nieve de echa sobre nosotros sepultándonos en nuestra nave. Bajo su manto blanco, el viento silba acallando nuestras voces.




El silencio se rompe con la voz profunda de mi Dios.

-Isaac…

Despierto en mi nave bajo un toldo blanco. Ante mí se posa mi Dios.

 -Isaac.. despierta… 
entre nosotros se halla un fuego de desprende calor, aunque este no arde con nada. Extrañado miro a mi Dios…

-Es tu llama Isaac. Te mantiene vivo, te da calor, por eso no necesita maderas con que prender… aun queda camino por recorrer…


*(si has entrado por primera vez y deseas saber la historia de Isaac, empieza por el primer fragmento "La primera piedra" y ves leyendo hasta este ultimo.)


*Foto:"Estrecho de Fram" Jonkepa.

los surcos del destino



A veces contemplo las líneas de mi mano y me pregunto donde estoy, en que punto de mis surcos me encuentro. En que punto de mi destino. 
Observo la línea de la fortuna, de la vida, del amor... Igual que hacia mi madre cuando era un niño, pero ahora no oigo sus palabras como narran mi destino.
Manos que cuentan su historia sin palabras. 
Líneas grabadas en ellas que son las cartas por donde navega mi alma, mi barca.
Líneas heredadas de mi familia, que surgieron en algún punto de sus surcos. Allí donde se cruzaron sus viajes.
Cada uno tiene escrito en su mano izquierda su destino, porque es la derecha la que lleva el timón de tu nave, por eso esta escrito así.
En tus manos esta el curso de tu nave. Dominar el timón cuando crecen las olas. Porque sino, serán estas las que cambien tu rumbo, tu destino.

Al contemplarla observo mi rostro reflejado en el mar, y me doy cuenta de los años que pasan, como el agua que corre delante mío... Y entonces me pregunto quien es el que me observa desde el otro lado del espejo? Que ha hecho? Que tiene?
A mi mente vienen las palabras de mi abuelo:
-Tanto tienes, tanto vales. –Me solía decir cuando era pequeño, como si fuera el estribillo de una canción.
Palabras que no comprendía entonces, pero que hoy me doy cuenta de su significado.
Intento responder a mis preguntas, pero no encuentro respuesta alguna, y con ello me viene la duda. Y con ella el temor a perderme en este mar.
Pienso en mi viaje, en las millas de mar que he dejado atrás hasta llegar al día de hoy. Nunca he dejado de luchar, nunca he dado un sueño por perdido.
Siempre he creído en mi mismo y en los míos. He intentado aprender de mis errores, he encallado mi barca mil veces en la misma roca, pero he seguido adelante, y hoy me encuentro aquí. En medio del mar. Navegando por los surcos de mi destino, por las líneas de mi mano... Pero a veces el contemplar el horizonte me inquieta.
A veces creo que no es suficiente, que podría navegar mas deprisa.
Me eché al mar en busca de un sueño. En busca de unas islas llenas de tesoros. Unas islas donde pudiera llevar a los míos, donde pudiera recompensar su esfuerzo y el sufrimiento que soportaron para darme la oportunidad de poder elegir.
Y hoy me encuentro aquí.., en este punto.
A veces quisiera saber mi futuro, saber la respuesta a mi pregunta, saber si algún día llegaré a encontrar mis islas soñadas... Aunque tampoco deseo oír lo contrario.
No deseo oír una sentencia a mi destino, no deseo saber el sabor del fracaso. Si ha de ser así, entonces quisiera degustarlo una sola vez, el día en que se apague mi llama. Pero no surcar los mares como un barco fantasma, a la espera de mi naufragio.

Tarde o temprano encontraré la respuesta a mi pregunta, porque será el destino quien me la revele y no otro.

Recuerdo cuando jugaba con las cartas de mi madre.., siempre aparecía la figura del loco, y no se porque, siempre creí que esa carta hablaba de mi. Pero hace tiempo que dejo de aparecer ocupando su lugar el emperador, que lo sigo identificando como mi punto de viaje en la baraja.
La gente desea saber el futuro, para poder cambiar el rumbo de su destino hacia los vientos favorables.

Pero el destino es un libro que esta escrito por nuestra mano. Solo conoce el final aquel que pueda leerla.

*(si has entrado por primera vez y deseas saber la historia de Isaac, empieza por el primer fragmento "La primera piedra" y ves leyendo hasta este ultimo.)

*Escultura: "La mano de Dios" Lorenzo Quinn.

la locura, temores de uno mismo



A veces, temo a la rabia interior que siento dentro. Temo a esa ira que lleva mi barca a luchar contra las olas de manera impulsiva. 
Sin pensar en el efecto que puede producir la embestida, en las consecuencias. Arriesgando mi barca quizás mas de lo necesario... 
En mi navegar, he aprendido a controlar mi rabia. Porque el mar me ha ensañado la calma, la tranquilidad de sus olas cuando no sopla el viento. Pero con el tiempo, resurge de nuevo mi furia antes de embestir la primera ola.
Se porque surge, la conozco. Teme quedarse dormido y un día no poder despertar. Por eso muestra su ira, y es entonces, cuando me encuentro sumergido dentro de la ola. Es entonces que tengo miedo, miedo a no poder salir de ella.
Creo que nace de la desesperación de estar siempre navegando en busca de mis sueños, de estar siempre luchando y afrontando nuevos retos. Y al final de todo.., sigue habiendo mar. Sin indicios de islas soñadas.
Conozco la locura, lo se por las barcas que alguna vez navegaron detrás de mi estela en busca de mis sueños. Siguiendo mi llama aquellos que nunca tuvieron luz propia.
Con el paso del tiempo se vuelven locos. No soportan la dureza del viaje, sin saber seguro el resultado de este. Solo ven tu convicción tan grande, que a ellos también les arrastra a buscarlas.
Carecen de la llama que les libera de las cuerdas de la locura cuando caes preso de ella. La misma llama que mantiene vivo un sueño, un destino.
En su viaje no supieron escuchar al mar, ni aprender del viento. 
Durmieron en vez de observar las estrellas, y, mientras la luna regalaba su luz, ellos solo soñaban con oro.
Por eso, cuando la locura abordo sus barcas decidieron dar media vuelta y volver al lugar de donde partieron. Allí donde el vacío de sus almas encuentra reposo, allí donde los rompeolas ofrecen cobijo.
Solo les preocupa una cosa, si ellos no pudieron, que tampoco seas tu el que las encuentre.
Y al preguntar la gente por mi nave, solo oiré la misma respuesta, aquello era una locura.

Entonces seré el loco del puerto. Hasta el día que las encuentre.

*(si has entrado por primera vez y deseas saber la historia de Isaac, empieza por el primer fragmento "La primera piedra" y ves leyendo hasta este ultimo.)

*Ilustración: MDE-ART.COM

martes, 5 de julio de 2011

cantos de sirenas



A veces, despiertan en mi suaves melodías que llegan como un susurro a mis oídos. Devolviéndome dulcemente al pasado por unos instantes. Sumergiéndome en el recuerdo de sus cánticos.
Liberando fragmentos de otros momentos, que fueron atrapados por mis sentidos hace mucho tiempo. Espacios en los cuales conocí por primera vez la sensación de un beso, el amor.., el deseo...
Evocan las aventuras transcurridas en busca de nuestros limites. Los excesos y los retornos a casa, al despertar el sol en nuestras caras. Reconstruyendo de nuevo, los viajes a otras ciudades. A otras playas.
El descubrir constantemente la aventura en nuestras almas, y experimentar con adrenalina pura.

Sirenas, que atraen mi barca hacia los recuerdos que navegan en las profundidades de mi corazón. A través de las corrientes que las llevan hasta mi mente.
Canciones que atraparon mi alma en algún momento mágico. Y hoy, vuelven a ser presentes de nuevo.

Sinfonías que me duermen en un placentero sueño, de imágenes que se suceden una tras otra por mi mente. Mientras que el ritmo de su letra, forma un oasis en el desierto. Creando un espejismo en mi alma, y haciéndola realidad ante mis ojos.
Recogiéndome entre nubes de algodón blanco, donde habitan los recuerdos inolvidables que creía haber olvidado. Pero sin saberlo, los guarde para siempre.

Ellas posen la llave de tus recuerdos. De otras épocas mejores a las que hoy navegamos. Te encantan con la suavidad de sus letras, atrayéndote hacia ellas. Invitándote dulcemente a permanecer en el pasado, por siempre, olvidando el presente.

Te evaden de la lucha del mar. Del agotamiento. Del sufrimiento. Convirtiendo sus notas, en una delicada anestesia para la angustia de tu alma en momentos difíciles. Ellas no tienen medida para su dosis. Porque todos los corazones son distintos. Por eso es peligroso, porque si te excedes en ellas, te dormirán para siempre. Transportándote en nubes de algodón blanco hasta las rocas. Donde se sientan a cantar tus dulces melodías.

Ellas cantan cuando oyen tu corazón llorar. Cantan para aliviar tu alma, de su tristeza. Pero sin querer.., ellas te atraen hasta sus rocas.

Tu eres, el que debe saber administrar la dosis correcta. Porque una vez llegues junto a ellas, te quedaras para siempre.


*(si has entrado por primera vez y deseas saber la historia de Isaac, empieza por el primer fragmento "La primera piedra" y ves leyendo hasta este ultimo.)



*Ilustración: "Ulysses and the Sirens" "Ulises y las sirenas" Draper Herbert James.

lunes, 4 de julio de 2011

reflexiones de un corsario. La sociedad de los hombres.


Isaac, sentado en las rocas junto a Drake, escuchaba atentamente sus palabras. Mientras este, añadía tabaco a su pipa con la mirada fija en el mar.
Su larga barba señalaba en la dirección del viento, que levantaba las olas hasta romper bajo nuestros pies.

...el solo hecho de nacer en la sociedad de los hombres, nos convierte sin querer, en miembros de esta. Porque desde ese momento, formamos parte de ella, y necesitamos de ella.
Pero esta, también exige. Porque tiene sus propias leyes. Sus propias reglas, impuestas por la mayoría de los hombres que la forman.

Cuando apenas son niños, la sociedad exige ser el mas fuerte. Se juega según sus reglas, las reglas que imponen mediante la fuerza, y no el razonamiento. Porque en ese principio de la vida, aun no se ha desarrollado el razonar del hombre.
Entonces, se aprende a sobrevivir utilizando la fuerza. No para mandar sobre los demás, sino para conseguir el respeto de estos.
No solamente sobreviven los más fuertes, sino aquellos que muestran su valentía al arriesgarse. Aquellos que posen un coraje combativo.
Quizás, no son los mas fuertes. Pero aunque pierdan ante otros rivales, estos los recordaran para un futuro, al comprobar en su propia piel, que no son fáciles de doblegar ante ellos. Prefiriendo mantener una distancia, impuesta por el respeto de la lucha.

Con el tiempo, la sociedad les exige estudiar. Aprender, adquirir el conocimiento y educar la mente. Aquí, prima la inteligencia sobre la fuerza.
A partir de ese momento, saben que tres son más fuertes que uno. Sobrevive aquel que demuestra conocimiento. Aquel que razona más rápido que el resto.
Los que antes imponían a través de la fuerza, ahora son los que claudican ante la inteligencia. 

Al llegar la pubertad, la belleza se presenta como máximo exponente. Es una ley natural. El físico, juega un papel importante. Atraer a las hembras. Pero sin olvidar, que detrás de este, sigue habiendo inteligencia y fuerza, en un segundo y tercer plano.
Para entonces, la sociedad de los hombres exige saber defenderse psíquica, y físicamente ante cualquier rival.
Las experiencias vividas, desarrollarán en ellos seguridades y fobias. Que marcaran su carácter.
Aprenderán, a encajar los golpes. Procurando no cometer los mismos errores en el futuro. Que los podrán hundir o hacer mas fuertes con el tiempo.

Las monedas y el oro conseguido con el trabajo, dan a los hombres aquello que llaman “posesión”. El poder adquirir cualquier cosa, que tu oro te permita comprar.
Entonces, la sociedad de los hombres se rige por aquel que tenga suficiente oro, para poseer todo aquello que desee.
Aquellos que carezcan de oro, o monedas suficientes para poder sobrevivir por si mismos, pasaran a depender de los ricos. Pasaran, a aceptar las reglas de estos.

El “poder”, aquel que puede cambiar las reglas, y perder a los hombres.
La sociedad de los hombres, alienta el ansia de poder.
Este no se alimenta de riquezas, sino también de amistades sedientas de dinero. Amistades que surgen en todos los campos. En los cuales, le permiten desenvolverse según sus reglas, dentro de la propia sociedad de los hombres.
Las influencias adquiridas a través de estas, ayudan a crecer mas deprisa que el resto del grupo. Ayudan a crecer por encima del grupo.

La sociedad de los hombres, exige ser el mas fuerte. El mas inteligente. El mas atractivo. El mas rico, y el mas poderoso.

Esta, es la sociedad de los hombres. Que ha creado el hombre. Esta, es la sociedad que han legado…, pero también tiene valores…


La sociedad de los hombres también necesita líderes. Necesita de hombres capaces de guiarlos. Capaces de transmitir confianza y seguridad a los hombres, que estén dispuestos a luchar por un mismo objetivo.


No todo el mundo posee esa cualidad Isaac. Pero has de saber que tu eres uno de ellos.
Tu convicción y tu firmeza, les dan la seguridad de seguir a tu lado.
Esperan mucho de ti. Por eso no puedes fallar.
Por eso tienes que estar a la altura de sus expectativas. De sus esperanzas, de las esperanzas que todos ellos han depositado en ti…


*(si has entrado por primera vez y deseas saber la historia de Isaac, empieza por el primer fragmento "La primera piedra" y ves leyendo hasta este ultimo.)


*Ilustración: "Sir Francis Drake" Autor desconocido.

los grandes placeres del mar



Hoy como pescado. Parece una tontería y me río de mi mismo al escuchar mis palabras, e imaginar mi sonrisa... 
Hoy como pescado...  Al pronunciarlas de nuevo me llevan al extremo de una larga mesa situada en la proa de un poderoso galeón. Navegando rumbo al sol, siguiendo el camino de los últimos rayos de luz.
Sentado, contemplo la puesta de sol. El suave descender del astro, al que acompañan el vaivén de las olas meciendo mi barca como si fuera una cuna. Me siento privilegiado. Y, escuchando el susurro del mar, saboreo cada bocado de mi pescado. Un exquisito asado, que salado al fuego se convierte en un sabroso manjar; que se deshace en mi boca lentamente.
Un pequeño regalo para mi estomago, pero un maravilloso placer para mis sentidos.
Bajo un cielo de estrellas, me refugio en mi pequeña barca al calor de una cálida manta. Dejando que el olor a café, me envuelva en la armonía del momento.

La simplicidad del momento, ligado a la libertad del hombre; puede convertirse en un gran tesoro que pocos suelen valorar. Porque este no tiene con que monedas contarse.

Respeto al hombre que se ha hecho a si mismo. Que ha luchado por ocupar su propio sitio en este mar.
Pero aquellos que han nacido en la abundancia, y no han aprendido a nadar entre riquezas, hoy se ahogan en ellas.
Hombres que carecen de valores porque no han experimentado su significado.
Se rodean de mujeres, pero carecen de amor. Se cubren de poder, pero carecen de amigos. Dicen ser libres, cuando son esclavos. Dicen haber vivido, cuando solo han sufrido.
Su navegar y su entorno se convierte en un teatro lleno de gente. Que emerge con el dinero, pero que se desvanece con la falta de este.
No es malo poseer riquezas. Sino perderse en ellas.

En mi pequeña barca, he aprendido a valorar mucho mas las cosas. Las pequeñas cosas que me llenan el alma.
Mi navegar me ha enseñado, que la elegancia reside en la sencillez. Que el arte, necesita de la locura. Que la amistad, nace de la confianza. De la ilusión, parten los sueños. Y el amor, se alimenta de pasión.
Palabras que no poseen un precio, sino valor.
Estos son los pequeños tesoros del mar. Los que cada uno tiene que pescar, y saber guardar.

La arrogancia, es un juego sin palabras que se transmite través de la mirada. Pero en palabra, deviene un duelo de esgrima, mediante la facilidad de palabra y un fulminante razonamiento. Donde se detiene un ataque, respondiendo con un fugaz estoque.



Yo, Isaac, en mi pequeña barca puedo decir que he vivido. Porque he sido libre. Touche.


*(si has entrado por primera vez y deseas saber la historia de Isaac, empieza por el primer fragmento "La primera piedra" y ves leyendo hasta este ultimo.)


*Foto: Desconocido.

su nombre me suena a mar



Siguiendo el rumbo de mi destino, de mis sueños, divise en la distancia otra barca que navegaba en paralelo. Observándonos en la distancia, pero cada día el uno mas cerca del otro. Y con el tiempo, navegábamos juntos el uno al lado del otro. Unificando las estelas de nuestras naves. Contemplándonos sin palabras, porque nuestros ojos hablaban por si solos. 
Me enorgullecía conocer mujer igual. Elegante, al pie de su timón, de su nave. Con la vista al frente y su larga melena ondeando al viento. Libre, morena por el sol.
En su rostro, se apreciaban la  lucha constante contra el mar, y a veces su fatiga. Pero lo que mas me atraía de ella, era su voluntad y su fuerza de seguir adelante. Su rigidez ante el timón. Su inflexibilidad al viento. Su clase, su saber, su seguridad. Su fuerza de convicción, y su carácter. Su rabia de luchar contra la adversidad. 
Me gustaba navegar con ella. Compartir rumbo, compartir las noches de luna llena. Entonces, mi barca nuestra barca...
Escuchando las historias de la luna, ocultándonos del frío bajo una cálida manta, y al calor de nuestros cuerpos desnudos.
Pero llenos de fuego en cada uno de ellos. Fuego del alma que se extinguía al amanecer. Combustiéndose durante la noche, y convirtiéndose en ceniza caliente al amanecer. Para compartir el nacimiento del sol, el despertar de un nuevo día.
Ella sabia mi historia. Mis guerras, mis sueños, mis islas llenas de tesoros... mi destino. Sabia que no me apartaría de mi rumbo...
Conoció mis sufrimientos, mi rabia y mi ser. El combativo, el luchador. Pero también el niño que oculto dentro. el que a veces necesita llorar..; entonces amarraba su barca a la mía, y venia a sentarse a mi lado. Abrazándome, cubriéndome con su cuerpo y contemplando mi mirada perdida en el horizonte. No hacían falta palabras, la serenidad de una brisa llegaba con su compañía, y entonces la calma volvía a mi espíritu.
Su espíritu no era libre, era luchador. No tenia rumbo fijo, pero navegaba y luchaba a la adversidad del mar como una leona. No escatimaba esfuerzos en ello, al contrario, mostraba sus dientes y garras y combatía con toda su furia.

Me sentía afortunado de conocer espíritu igual. Juntos conocimos islas preciosas, donde compartimos sol luna y mar. Pero sabia que yo no dejaría mi rumbo, mis islas, mis sueños..., y con el tiempo, mi nave se fue alejando de la suya, y la suya de la mía... 
Nunca nos despedimos...,  pero sabe, que en mi barca siempre habrá un sitio cálido para ella.

Hoy navego a millas de distancia. Pero se que ella sigue al pie del timón. Rígida. Con el pelo ondulando al viento, pero inflexible a él.


Su nombre  me suena a mar, y a veces cuando contemplo las olas, veo en ellas ondular su melena.



*(si has entrado por primera vez y deseas saber la historia de Isaac, empieza por el primer fragmento "La primera piedra" y ves leyendo hasta este ultimo.)

*Ilustración: "Birth of Venus" "El nacimiento de Venus" Andy Warhol.


...un cuento de la luna.




En las noches de calma, cuando el mar parece dormido, cuando mi barca navega con las estrellas, cuando el silencio es infinito. La luna me trae sus palabras. Dejándolas caer sobre el mar, componiendo canciones con su luz. Y si el mar se deja, se sumerge a mi lado a contemplar las estrellas, a compartir el silencio. 
Entonces es cuando ella me cuenta cuentos igual que a un niño. Acariciándome con su luz para que me quede dormido.

Escucha Isaac, la historia de Zorbas. El gato que prometió enseñar a volar a una gaviota...

-Propongo que la llamemos Afortunada- maulló un gato.
-Estoy seguro de que en el futuro ara algo sobresaliente, extraordinario, y su nombre será incluido en el tomo uno, letra “A”, de la enciclopedia -aseguro otro gato.

 pero para ello necesito maullar, hablar con un humano...

-¿Por que el?-Le preguntaron los demás gatos.
-No lo se. Ese humano me inspira confianza –reconoció Zorbas-. Le he oído leer lo que escribe. Son hermosas palabras que alegran o entristecen, pero siempre producen placer y suscitan deseos de seguir escuchando.
-¡Un poeta! Lo que ese humano hace se llama poesía.
-¿Y que te lleva a pensar que ese humano sabe volar?-Le pregunto un gato.
-Tal vez no sepa volar con alas de pájaro, pero al escucharlo siempre he pensado que vuela con sus palabras –Respondió Zorbas.

entonces Zorbas hablo con el poeta...,y cuando la gaviota sobrevoló el puerto de Hamburgo el humano acaricio el lomo del gato.
-Bueno, gato, lo hemos conseguido –dijo suspirando.
Si al borde del vació comprendió lo mas importante – maulló Zorbas.
-¿Ah, si?¿Y que es lo que comprendió? –pregunto el humano.

-Que solo vuela el que se atreve a hacerlo –maulló Zorbas.

Espero que algún día se Afortunada quien me indique que mis islas están cerca... –le susurre a la luna.


*(si has entrado por primera vez y deseas saber la historia de Isaac, empieza por el primer fragmento "La primera piedra" y ves leyendo hasta este ultimo.)

*Ilustración y fragmentos del cuento de Luis Sepúlveda "Historia de una gaviota y del gato que la enseño a volar"


sentimientos




No puedo llorar aunque mis lagrimas quieran salir...
No puedo llorar aunque este solo y nadie me vea...
No puedo llorar por respeto a todos aquellos que pudieron navegar pero nunca tuvieron la oportunidad...
No puedo llorar por respeto a los que murieron en la orilla a los pies de una tierra rica. Por los que no pudieron volver. Por los que el mar no tuvo piedad de ellos.
Gente sin duda luchadora, gente con sueños, gente con esperanza que ya nadie recuerda.
Ellos son los héroes, pero ya nadie les venera.
Aunque yo Isaac admiro y los tengo presentes.

Silencio... no silva el viento ni se oye el mar, todo esta en calma... Parece que todo este quieto, inmóvil, que no avance. Pero se que el sol cada día sale por el este y se oculta por el oeste. Él me indica que sigo navegando. Él me dicta las horas, y él me guía. Por eso se que me muevo y en una sola dirección, aunque la estela de mi barca sea muy pequeña y apenas visible, se que me muevo.
Espero con impaciencia la lucha, las corrientes, la tempestad, la bravura del mar para poder gritar y liberar mi ira. Y entonces estar por unos instantes al lado de los Dioses. Cara a cara. 
Poder gritar. Decirles que sigo vivo, que no me podrán parar. 
Porque no soy un superviviente sino un luchador.
Porque no sigo las normas del mar sino las que dicta mi corazón.
Porque soy el presente y el futuro de mi familia.
Porque soy el que cambiara las cosas, soy el que debe y tiene que llevar a mi familia al lugar que le corresponde. En lo mas alto, junto a los Dioses. Porque es el lugar que nos corresponde, porque nunca han dejado de luchar por un futuro! Porque les arrebatasteis la oportunidad, pero lucharon por mi! Y aquí estoy! Yo no tengo tregua ni descanso!

He dejado atrás gente sin ilusión. Gente que sobrevive aunque crean que viven, pero viven con la incerteza del mañana. Gente que ven muy lejanas las islas llenas de tesoros. O bien no creen en ellas.

No digo que sean lejanas. Pero hoy, yo, estoy mas cerca de ellas. Gente sin valores por los que luchar, gente que al contemplar el horizonte, creen que allí se acaba el mar. Solo creen en lo que ven, y ven, lo que quieren creer.
Gente que piensan que soy un soñador, que estoy loco, porque no soy como ellos. Pero al partir tuvieron sus dudas, y temen en su interior que encuentre las islas. Esas islas llenas de tesoros. Porque entonces sabrán, se darán cuenta en su interior, de que la llama de la vida se les apago hace tiempo o bien nacieron sin ella.

Cristóbal Colón, Dalí..., todos ellos estaban locos, pero siempre vieron en el horizonte algo mas. Julio Verne lo escribió, y encendió la llama en muchos de ellos. Y, Amstrong al pisar la luna verifico esa realidad escrita por Julio Verne.

Yo no digo que sea uno de ellos, pero se que en mi interior hay una llama.


*(si has entrado por primera vez y deseas saber la historia de Isaac, empieza por el primer fragmento "La primera piedra" y ves leyendo hasta este ultimo.)

*Foto: Periodista Digital, 01 de enero de 2010 a las 08:47.

domingo, 3 de julio de 2011

días de niebla




Escribo porque tanto mi mente como mis sentimientos fluyen libres a través de la tinta. 
Escribo para liberar mi alma y dejar plasmada su huella en una simple hoja de papel, papel blanco como el vacío en el que estoy flotando. Un vacío que envuelve mi cuerpo haciendo preso al alma. Sosteniendo mi ser en el aire, donde en cualquier momento puede empezar a caer en ese vacío. Sin suelo, sin fin.
No hay nada, sino la eternidad limitada simplemente por el tiempo de una vida. Una vida empezada y ahora detenida en el aire, en la nada. Aunque el tiempo sigue transcurriendo hasta agotarla.

-Que puedo hacer?
No hay nada a que agarrarse.

Igual es el vacío lo que tengo dentro de mi. Nubla mi mente y cierra mis ojos ante cualquier ilusión o meta; hacia cualquier isla, ...isla...?
-Lo oyes?
Suena como el destello de un faro que aparece a través de esta densa niebla. Lo ves?!
Ese destello!

Quizás el faro de la isla que busco? O quizás me avisa de las rocas que no alcanzo a ver, cubriendo la niebla por completo, ocultándolas bajo su denso manto de agua y aire estancado.

Una ilusión de esperanza o un aviso de naufragio?

Es difícil saber cuando no ves las estrellas, ni oyes silbar al viento, ni parpadear la brújula. Inmóvil.
Tampoco sabes si avanzas o estas detenido, aunque sigo viendo el destello una y otra vez.

Ponerme a dormir es dejarlo en manos del azar, luchar contra la adversidad es decidir tu futuro. Aunque el azar tenga la ultima palabra, pero esta ya será cuestionada.



*(si has entrado por primera vez y deseas saber la historia de Isaac, empieza por el primer fragmento "La primera piedra" y ves leyendo hasta este ultimo.)


* Fotografía: "Torre de Hércules" Óscar Blanco.

...la botella, pensamiento de un espíritu libre.




Navegando he conocido grandes pensadores, grandes filósofos, grandes locos de su tiempo que nadie creyó en ellos; Que nadie se molesto en escucharlos tan siquiera. Pero yo Isaac, en mi pequeña barca los he conocido, yo un pequeño marino.

Del mar recogí una botella de cristal en cuyo interior guardaba notas escritas. Notas que alguien escribió desde su pequeña isla, y que las lanzo al mar.  No en busca de auxilio, sino para que todo el mundo conociera su saber, su pensamiento. Para que perdurara por los siglos de los siglos.

Esta botella lleva tu nombre Isaac. Porque tu entiendes mi pensamiento, entiendes mi alma, entiendes mi declaración de guerra. Que no es otra que la tuya misma.

Hay que aprender a ver, hay que aprender a pensar, hay que aprender a hablar y a escribir: la meta en los tres casos es una cultura noble.

El hombre liberado, y mucho mas aún el espíritu liberado, pisotea el modo despreciable de bienestar con el que sueñan la mayoría de la gente. El hombre libre es un guerrero.- ¿En función de que se mide la libertad de los individuos? En función de la resistencia que debe ser sometida, en función del esfuerzo que cuesta mantenerse arriba.

El gran peligro Isaac hace de nosotros algo que merece un profundo respeto. Solo el peligro nos hace tomar conocimiento de nuestros recursos, de nuestras virtudes, de nuestras armas y de nuestras defensas, de nuestro espíritu,- nos impone ser fuertes...

Roma entendían la libertad en el mismo sentido en que yo y tu Isaac entendemos la palabra libertad: como algo que se tiene y no se tiene, que se quiere, que se conquista...

La voluntad de solidaridad con nuestras cadenas de generaciones, hacia el futuro y hacia el pasado, en infinito. Si esta presente esa voluntad, se funda algo como el Imperium Romanum.

Los grandes hombres son como las grandes épocas, materiales explosivos en los que se acumula una fuerza inmensa; su requisito previo es siempre, que se junte, se acumule, se ahorre, y se mantenga largo tiempo con vistas a el, -que durante largo tiempo no haya tenido lugar ninguna explosión. Si la tensión es demasiado grande, es suficiente con la excitación mas casual para que surja el “genio”, el “hecho”, el gran destino.

El gran hombre es un fin; el genio –en obra, en hecho- es necesariamente un derrochador: se derrocha a si mismo, esa es su grandeza Isaac...

Casi todos los genios conocen como uno de sus desarrollos la “existencia catilinaria”, un sentimiento de odio, de venganza, de rebelión contra todo lo que ya es, lo que ya no deviene... Catilina- la forma preexistente de todo Cesar.-

“increscunt animi, virescit volnere virtus” (el espíritu crece y el vigor se fortalece con la herida).

Solo se mantiene uno joven bajo el supuesto de que el alma no repose.

Ahora que hemos compartido nuestros pensamientos, ahora que conoces tu espíritu Isaac, no dejes de luchar, por tu libertad, por tu espíritu, por tu ideal, por tu declaración de guerra, por tu alma, y sobretodo por tus islas. Esas islas llenas de tesoros.



Friedrich Nietzsche, desde mi pequeña isla.


*(si has entrado por primera vez y deseas saber la historia de Isaac, empieza por el primer fragmento "La primera piedra" y ves leyendo hasta este ultimo.)

*Ilustración: "The letter in the bottle" "La carta en la botella" Desconocido.

rumbo a las islas




Veo a mi abuelo  en lo alto del acantilado. Vestido con su traje y su sombrero elegante al viento. 
Con las manos en los bolsillos contemplando la infinidad  del mar. Contemplando en su mente a Isaac, en su pequeña barca, navegando en busca de esas islas llenas de tesoros tan soñadas por ambos.
Veo a mi madre en la orilla de la playa, sola. 
Contemplando la calma del mar, esperando la vuelta de Isaac. Cada día se acerca a la orilla a buscando en el horizonte la esperanza de ver volver a Isaac.
Veo a mi padre sentado en la cocina. Escondiendo sus sentimientos de la gente, mientras piensa en Isaac, orgulloso de él.

Navego, pero el mar es tranquilo.., no sopla el viento. A mi alrededor un infinito azul, un desierto de agua.
Mi barca es pequeña porque es todo lo que tenemos, pero es la mas rápida porque fue hecha con la ilusión de toda una familia; El primero, el que no puede fallar. Ya que en mi barca están los sueños de todos ellos, la esperanza, el futuro de toda una familia.

Muchas veces, cuando no sopla el viento veo a mi abuelo vestido de traje como siempre, en lo alto del acantilado. Agitando su sombrero al aire para enviarme ese viento que infle mis velas y haga correr mi nave.
Al anochecer, las estrellas velan por mis sueños, y en ellas están todos y cada uno de ellos, lo se porque el viento me susurra sus palabras al oído, y a mis sueños vienen sus recuerdos.

Nunca te desorientes Isaac.
“Morgen”, es el destino de mi barca, es así como se llama, “El mañana”, la esperanza, el futuro.


*(si has entrado por primera vez y deseas saber la historia de Isaac, empieza por el primer fragmento "La primera piedra" y ves leyendo hasta este ultimo.)

*Ilustración: "Underwater" "Bajo el agua" Desconocida.