A mi barca llego una botella con mi nombre escrita en ella, pero al ver su color, el verde, supe de su procedencia, una pequeña isla donde fluyen los pensamientos libres.
En su interior se hallaban las notas de un hombre libre, como no, Nietzche.
Al abrir la botella y desplegar sus notas, se libera el pensamiento guardado en ellas, el cual infla mis velas al exponer sus palabras al viento.
¿Queréis un nombre para este mundo?¿Una solución para todos sus enigmas?¿Y una luz para vosotros, oh desconocidos, oh fuertes, oh impávidos, oh hombres de la medianoche?¡Este nombre es la voluntad de poder y nada mas!
Pero el que ha meditado profundamente sobre el donde y el como la planta del hombre a crecido mas poderosamente hasta ahora, debe creer que el crecimiento se ha producido en condiciones opuestas; que a tal fin la peligrosidad de sus condición debe aumentar enormemente, su fuerza de invención debe desarrollarse combatiendo bajo una larga presión y constricción, su voluntad de la vida debe elevarse hasta una incondicionada voluntad de poderío y de predominio, y que peligro, dureza, violencia, peligro en la calle como en el corazón, desigualdad de derechos; en suma, lo contrario de todo lo que desea el rebaño, es la condición necesaria para la elevación del tipo humano.
Se debe, educar una nueva especie en el que se le garanticen aquella voluntad y aquel instinto de duración a través de muchas generaciones, una nueva especie de casta de señores; esto se comprende también como la larga y no fácilmente enunciable continuación de este pensamiento. Preparar una transmutación de los valores para una determinada especie de hombres fuertes de grandísima fuerza de voluntad y espiritualidad; el que piensa en esto Isaac, pertenece a los nuestros, a los espíritus libres.
Ser independiente es cosa de una pequeña minoría, es el privilegio de los fuertes. El que trata de serlo, aun con derecho a ello, pero sin estar obligado a ello, prueba por si mismo que es no solamente fuerte, sino también audaz.
¡Y no esta en su poder volver atrás!¡No puede tampoco volver a la compasión de los hombres!
El loco y el santo son las dos especies humanas mas interesantes... Tienen estrecho parentesco con el “genio”. Los grandes aventureros están enfermos en ciertas épocas de su vida: dos grandes movimientos del sentimiento, la pasión de poder, el amor, la venganza, van acompañados de profundas perturbaciones.
El lamentarse no sirve para nada; es un signo de debilidad.
Hombres de una naturaleza que ha permanecido natural, bárbaros en el sentido mas terrible de la palabra, hombres de presa en posesión de una fuerza de voluntad, y de una ambición.
La casta noble fue, en su origen, siempre la casta bárbara. Su superioridad no residía primeramente en su fuerza física, sino en su fuerza psíquica.
Saludo a todos los nuncios de una época mas viril y mas guerrera, que pondrá de nuevo honor en la bravura. Pues esta época debe trazar el camino de una época mas alta todavía y reunir la fuerza de que esta tendrá necesidad algún día, para introducir el heroísmo en el conocimiento y hacer la guerra a causa de las ideas y de sus consecuencias. Para esto son precisos hoy hombres valientes que preparen el terreno, hombres que no podrán ciertamente salir de la nada; hombres silenciosos, solitarios y decididos, que sepan contentarse con la actividad imposible que persiguen; Hombres que con una propensión a la vida interior, traten de encontrar en todas las cosas lo que hay que superar en ellas; hombres que posean serenidad, paciencia, simplicidad y menosprecio de las grandes vanidades, así como la generosidad en la victoria y la indulgencia respecto de las pequeñas vanidades de todos los vencidos; hombres que tengan un juicio preciso y libre sobre todas las victorias y sobre la parte de azar que hay en toda victoria y en toda gloria; hombres que tengan sus propias fiestas, sus días de trabajo y de luto propios; hombres habituados a mandar con la seguridad de ser obedecidos, igualmente dispuestos a obedecer cuando es necesario, igualmente
orgullosos en uno y otro caso, como si siguieran su propia causa; hombres mas expuestos, nada terribles, mas felices. Pues creedme, el secreto para cosechar la existencia mas fecunda y el mas grande placer de la vida es vivir peligrosamente.
¡Vivid en guerra con vuestros semejantes y con vosotros mismos!
El valor de una cosa se encuentra a veces no en lo que con ella se consigue, sino en lo que por ella se paga, en lo que nos cuesta.
Algún día visitare tus islas, esas islas llenas de tesoros, para poder seguir conversando contigo Isaac.
*(si has entrado por primera vez y deseas conocer la historia de Isaac, empieza por el primer fragmento "La primera piedra" y ves leyendo hasta llegar a este ultimo).
*Ilustración: Friedrich Wilhelm Nietzsche
El lamentarse no sirve para nada; es un signo de debilidad......Pero en un momento determinado nos ayuda a respirar, besos guapo!
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