jueves, 11 de agosto de 2011

aullidos.



Despierto con el aullido de un lobo. Mi Dios me observa desde el otro lado del fuego.
Irrumpe de nuevo el aullido sin pedir permiso al silencio, desgarrando la calma estancada en nuestra barca.  Me incorporo rápidamente y al levantarme mi Dios posa su mano sobre mi hombro, su mirada transmite serenidad y calma a mí ser.

-Descansa Isaac, solo es un lobo que venera a la luna…

Entonces me fijo en su atuendo, en la piel que cubre su cintura al igual que el metal de su casco oculto bajo el rostro y la piel de un lobo aposentada entre dos pitones blancos.

-Venera la luna, porque al igual que tu es quien le acompaña por las noches, su aullido recorre el viento escapando de la soledad, buscando oír una respuesta tras el aliento de su llanto.

De nuevo siento su llanto perderse en el silencio, y mientras sigo su aullido en la lejanía, este se rompe por una respuesta; Un aullido le contesta…

Mi corazón se estremece y sin querer derramo lagrimas mientras bajo la cabeza para que no me vea mi Dios llorar… Ocultado mi rostro ante él reprimo mis lágrimas.

Quizás el sentir una respuesta en la soledad, un aullido de esperanza ha desmoronado mi alma. A mí no me llegan sus palabras, solo el vacio de la soledad atrapado en una barca anclada en la nada. Y por un momento, un soplido frio, helado, hace temblar la llama que arde dentro de nuestra barca.

Y al alzar de nuevo la vista, veo a mi Dios observándome a través de la llama.




*(si has entrado por primera vez y desea saber la historia de Isaac, empieza por el primer fragmento "La primera piedra" y ves leyendo hasta este ultimo)


*Foto: Desconocido.

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