viernes, 19 de agosto de 2011

la espera.



Aun pasaron días hasta que la tormenta cedió, bajo aquel toldo esperamos impacientes la oportunidad, el momento adecuado para ponernos en marcha de nuevo.
Quizás nuestra barca se había detenido, pero en su interior aun albergaba una llama.

Durante esos días mi Dios alimento la llama con su ira, con su rabia, porque ese lugar no era su destino, espero el momento oportuno, reservando sus energías para ello.

Solo escuchaba el silencio. Ni tan siquiera el crujir de la madera, únicamente silencio.
Esperaba el momento oportuno.

El descender de una gota por la lona hasta precipitarse sobre mi rostro fue la señal que esperaba mi Dios.
Recogió su martillo y alzándose con él arremetió contra la lona que cubría nuestras cabezas.
Un sonido sordo crujió en el exterior, y así siguió hasta conseguir crear un agujero que nos permitiera salir al exterior.


El mar quedo enterrado bajo nuestros pies, aunque en la distancia emergía de nuevo sus aguas a través de una línea azul.
Nuestra barca atrapada por el hielo hacia impensable seguir la navegación, ni grietas ni ríos de agua salada, nada, simplemente un desierto de hielo y frío.

*(si has entrado por primera vez y deseas conocer la historia de Isaac, empieza por el primer fragmento "La primera piedra" y ves leyendo hasta este ultimo.)

*Ilustración: "Ice drop" Autor: Gundi.

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