Oculto en la manzana del hombre, y siempre al alcance de
su mano se hallan símbolos. Símbolos que
nos recuerdan los valores que poco a poco el hombre ha perdido. La tentación de
morder la manzana siempre está presente en el mundo actual del hombre.
Esa manzana que pasa de una mano a otra tentado las debilidades
del hombre, se enrosca entre sus manos igual que la serpiente trepa al árbol,
hasta susurrar al oído el aliento de la avaricia.
Es el hombre el que siembra la tierra para plantar ese
manzano. El que trabaja cada día para recoger sus frutos. El mismo fruto que un
día mordimos y se desvaneció el paraíso. Las guerras, la avaricia, el
sufrimiento… todo con tal de poseer montañas de ese fruto que se pudre en las
grandes estancias que nunca habitan…
Con el tiempo los hombres que trabajaban las tierras
cogieron sus herramientas y entraron en las estancias en busca de sus frutos y
repartirlos entre ellos. Expulsaron y aniquilaron a aquellos que un día la
avaricia se apodero de ellos. Y para que todo el mundo recordara acuñaron en
sus monedas el lema que les hizo alzar sus brazos empuñando las guadañas.
“Liberté, egalité, fraternité” con la idea de crear un
mundo mejor para el hombre. De crear por nosotros mismos aquello que perdimos
un día, el Jardín del Edén.
El hombre descubrió un nuevo mundo, mas allá del mar,
existía una tierra donde podía empezar a sembrar un nuevo Edén. A levantar
catedrales partiendo de un sueño, escuadra y compas, para albergar todos
aquellos que creen… y sobre todo, en la voluntad de los hombres.
Campesinos, médicos, artesanos, albañiles, arquitectos,
escultores, filósofos, pensadores… todos contribuyeron a la voluntad de
levantar una tierra libre y rica para cualquier hombre, independientemente de
la raza, sexo o religión. Con las mismas oportunidades para todo aquel que
desee sembrar en ese jardín.
Para que nadie olvidara los orígenes imprimieron dos
lemas y lo utilizaron como moneda de
cambio. “NOVUS ORDO SECLORUM” Nuevo
orden de la era.
Y para aquellos que al labrar sintieran sed de poder,
imprimieron por encima de todo “ANNUIT COEPTIS”
para “Justificar las cosas que inicio”. El sueño de la voluntad de los
hombres.
Hace tiempo que el hombre acuña los grandes logros en sus
monedas, monumentos, catedrales,
pensadores, filósofos, arte…
Todos aquellos valores que tienen un significado especial
para el hombre. Pero que hoy, aunque lleves a todos ellos en el bolsillo, nadie
los recuerda. Solamente saben apreciar el color con el cual han sido impresos.
El azar pone en tus manos símbolos que hay que saber
leer, en tu camino diario encontraras indicios
No se trata de poseer jardines, sino de enseñar a labrar
a aquellos que no tienen.
Ayudándoles a labrar sus sueños.
Entonces no solamente tendrás manzanas, sino el elixir de
la eterna felicidad en libertad.
La tierra es de quien la labra con el sudor de su frente,
no del que la riega con sangre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario