domingo, 20 de noviembre de 2011

La puerta de los sueños.



Es una de tantas puertas que te adentran en los sueños, porque partieron de estos para hoy alzarse realidad.
Todas las catedrales han partido de un sueño, luego de un deseo que atrajo la voluntad de aquellos que creyeron en ello. 
Así se empieza, una piedra y luego otra. Solo la diferencia entre una catedral y otras sabrás cual empezó siendo un sueño.

Aquella a la que han dedicado su vida.

Su belleza te invita a mirar hasta el cielo.

No solo es belleza sino innovación a través de un sueño, aplicando todo lo que has aprendido en el camino. Añadiendo tu alma, tu estilo en cada detalle. 

Dando personalidad a una obra que hoy ha dejado su huella.
Lo que hagas hoy se hará eco la eternidad.

Nadie creyó posible alcanzar el cielo. Emerger buscando el cielo siendo hoy una señal para todo viajero. Siendo hoy quizás, el principio de otros sueños.

Aquello que llamaron locura hoy son proezas. Hoy son lugares de culto donde el hombre se siente pequeño al contemplar tus sueños de nuevo.

Quien dijo que no era posible?

Quien dijo que era una locura?

Donde están aquellos que te señalaban por la calle?

Aquellos que criticaban a tus espaldas hoy dicen haberte conocido. Hoy se hacen eco de tu sueño. 
Hoy le das las gracias por ser ellos los que con su voz, con su opinión contribuyeron a luchar con más fuerza hasta doblegar sus palabras. 
Pero entonces sus palabras eran frías, arropadas de ironía y burla, por aquellos que solo ven lo que muestra sus ojos. Por aquellos que no saben ver más allá de donde acaba el mar.

Hoy les muestras ante sus ojos que aquello que soñaste, la  voluntad del alma. El sueño de un hombre.

Solo la fe en tu sueño levanto hoy un faro en este mar por el cual navego, el mar de los sueños.



*Foto: Sagrada Familia -Barcelona.  Autor: Aerostylaz.


miércoles, 16 de noviembre de 2011

El hombre



A veces me invade el vacio, la nada, el espectro de un fantasma que navega en silencio, que ha perdido su rumbo, su orientación, su viento, el aire que infla sus velas y hace correr su nave en busca de un sentido.
Apenas percibo la soledad de mi barca, ni el vaivén del mar, simplemente la nada, miro al horizonte sin saber que está ahí, sin ver nada, ni tan siquiera la infinita línea que separa el mar del cielo, tampoco percibo el calor del sol, ni me siento mi temperatura corporal, simplemente no percibo nada, como un fantasma….
No tengo apetito ni sed, tampoco sueños, nada, ni tan siquiera vacio en mi interior, nada…
Me llevo las manos a la cara y cubriendo mi rostro siento una lagrima que desea escapar, noto ese calor de mis manos en la cara mojándose por lagrimas que recorren mi piel, refrescando mis mejillas al ser esparcidas con mis manos intentando borrarlas de él.
Como agua de lluvia… siento su frescor en mi piel.

Los temores de un hombre, aquellos a los que evitamos hacer frente, aquellos a los que intentamos rodear con nuestra nave en busca de nuestros sueños…  con tal de no pasar por ellos, con tal de no caer… buscando siempre una alternativa a ese rumbo que nos sea más segura…
Hoy el mar me llama, dar un rodeo , buscar un rumbo alternativo sería demasiado tarde para ello, hoy el mar me llama para enfrentarme a mis temores, a mis miedos, y … para saber si eres tu Isaac, aquel que merece encontrar las islas llenas de tesoros, esas que el mar guarda con tanto recelo, esas que no son para cualquiera, sino para aquellos que merecen ser dueños de una tierra llena de tesoros, tu las soñaste, viajas en busca de ellas…, a veces las percibes cerca, pero quizás hasta hoy has dado vueltas y vueltas alrededor de ellas, buscando vías más seguras con tal de no enfrentarte a tus miedos…
Tu voluntad, tu lucha, tu espíritu, tu alma, tu sangre, tu convicción, tu yo como fuerza… 
Oyes el latir de tu corazón, tu ritmo cardiaco se acelera, se eriza tu piel, se despierta tu mente y se agudizan tus sentidos, los escalofríos recorren tu espalda, sientes que se acerca la hora, sientes la fuerza del mar que engrandece las olas, SIENTES!

Tus manos transpiran de sudor, se refrescan del agua que emana tu cuerpo, disipas los nervios concentrándote en ello, te mentalizas, te preparas, asumes tu papel, recuerda, eres el púgil, recuerda “si quieres lo mejor, hay que estar dispuesto a pagar el mejor precio”…  sabes el valor de tus sueños… sabes que no hay monedas para pagarlo, sabes que no es un precio, sino, el conjunto de todo aquello que ha formado a un hombre, sus valores, el respeto a ellos, los orígenes, la tierra que te vio nacer, el pensamiento, la escuela que te han inculcado, que has mamado desde pequeño, la universidad de la vida, allá donde sólo, aprendiste. Allá donde zarpaste por primera vez en busca de un sueño…

Recuerda el nombre de tu barca “Morgen”… “el Mañana”.



*Ilustración: "Fortitude". Autor: Desconocido.

martes, 8 de noviembre de 2011

...meditación guiada



Duerme, cierra los ojos y sumérgete en los sueños…
Avanza, sigue avanzando a través de ellos… escucha el silencio que guía tus pasos
Y cuando llegues al final, deja que el corazón te revele sus sueños…
Deja que tus deseos te marquen el camino…
Deja que tu alma vaya en busca de tu destino, de tus sueños… 
y…

Deslízate     

… por ellos.



*Fotograma: "El club de la lucha". 

Un viajero inesperado.



Sentado en la proa apoyando su espalda contra el casco con los brazos extendidos y las piernas cruzadas fumaba tranquilamente mientras tomaba el sol.
Extravagantemente vestido y detrás de unas enormes gafas de sol me observaba en silencio. Divagando por su mente el transcurso de mi viaje mientras seguía observándome.

-Eres realmente quien deseas ser?

Tengo la oportunidad de serlo.






*Ilustración: Tyler Durden "El club de la lucha". Autor:Desconocido.

domingo, 6 de noviembre de 2011

golpeando a su casco llama a mi puerta



A la deriva navega un reloj de arena que viene a mi encuentro buscando mi nave, golpeando su casco como si llamara a mi puerta.
Lo rescato del mar colocándolo sobre la cubierta sentándome frente a él.
De pie ante mí me muestra el descender de su arena, el transcurrir del tiempo a través de ese vinculo fino que une las dos gotas gemelas.
Solo arena y tiempo encerrados entre dos lagrimas de fino cristal. No hay viento ni lluvia que altere su destino.
Una, muestra el tiempo pasado, mientras su hermana me revela el tiempo pendiente, y entre ambas el transcurrir de un tiempo contado con finos granos de arena.
Veo como cada grano de mi vida desciende poco a poco hasta caer sobre una montaña de recuerdos ya pasados, acumulándolos por el tiempo dentro de una lagrima de vidrio.
Un tiempo que cuenta cada grano de mi vida, de un viaje, de un mar en el cual navego en busca de un sueño…

Una silueta aparece en la arena, inmóvil, inerte, ella sigue ahí, a la espera…
Prometí volver con mi barca llena. Llena de tesoros de riquezas de esperanza y llevaros a todos a ellas, a las islas, nuestras islas…

Aun navego madre…

Por más que lo intento sigo navegando en busca de ellas, pero el tiempo apremia, pasa y no me da tregua.
Quisiera decirte que estoy cerca de ellas, pero no hay nada en el horizonte, solo una fina línea que separa mi barca de una esperanza. Quién sabe, quizás de un sueño, nada más que eso…

La lluvia trae las lágrimas de mi padre, ahogadas en silencio. En la espera.

No llores padre, quiero abrazarte pero estoy lejos, navegando hacia nuestros sueños. Volveré con ellos. Te lo prometo. Porque te lo mereces más que nadie.
Quiero que vivas tranquilo, sin miedos. Que vivas lo que no has podido vivir con tal de que yo pudiera elegir mi destino.


Hoy la lluvia me acompaña en mi llanto.



*Imagen: Desconocido.

viernes, 4 de noviembre de 2011

cuando todos esperan que caigas



Cuando todos esperan que caigas. Cuando ves que intentan disimular una sonrisa en su cara. Cuando te ponen la mano en la espalda como compadeciéndose de ti, pero en el fondo solo quieren empujarte un poco más hacia abajo. Cuando tu sufrimiento es su satisfacción. Cuando tus sueños se ven desde el borde del abismo. Cuando sientes vértigo al estar ahí…
Entonces puedes oír sus susurros a tu espalda, sus risas encubiertas entre sus palabras, sus ganas de verte caer en el abismo.
Lo que fuiste, lo que viviste, lo que soñaste, se quede en nada. En un pozo sin fondo donde el eco se apaga.
Ahí estoy yo. Mirando el abismo, de pie, sin una pizca de tierra delante de mí, sin un ápice de margen que me deje mover. El sufrimiento se disipo con la espera y la incertidumbre del toque final. El vértigo desapareció de tanto mirar al fondo la oscuridad. El llanto, mi llanto el cual desesperado suplicaba clemencia, clemencia por soñar… clemencia por creer en los sueños.. en mis sueños… en nuestros sueños…. En esas islas llenas de tesoros….
Luego llega el perdón, lo que tanto desean oír antes de empujarte al vacio… tu perdón por haber creído en ello, en tus sueños… por haber navegado por un mar el cual ellos se creen dueños.
La codicia de los sueños, ven mi nave enganchada a la de ellos como botín a mi destierro de este mar…  un botín que será vendido al mejor postor, a aquel que tenga algo que pagar por ella….
No daban crédito de cómo pude llegar hasta aquí, hasta este horizonte tan lejano, como pude navegar tan rápido. Como pude llegar hasta el mismo horizonte que ellos en el cual llevan tiempo navegando…
Pero aun sigo de pie, mientras ríen recobro oxigeno, mientras creen que es el final, yo me afirmo, mientras cuentan las monedas que pueden ganar, yo, me mentalizo. Canalizo mi rabia, mi Dios clama venganza, la ira despierta mis sentidos, despierta mi sangre, despierta mi Dios… el Dios de la Guerra que alza su mayo detrás de mí, que lo eleva con su mano hasta el cielo, que se hace presente de la oscuridad para tornarse realidad. Sus ojos engrandecen al verlo, sus voces se acallan y, es entonces cuando el grito del alma los devasta, no hay piedad, solo venganza, te abres paso entre mercenarios, que caen uno detrás de otro, asestas golpes certeros, creando un sendero de destrucción y caos, arraso con todo lo que veo, sigo adelante, cogiendo inercia con mi mazo, llenando de oxigeno mi ira, veo en sus ojos el terror, el pánico, pero yo sigo adelante con mi mazo, mientras me alejo de su abismo. Saldo cuentas con ellos. Me subo a mi nave, corto los lazos, extiendo las velas, las lleno de viento, y navego de nuevo, cada vez mas rápido, cada vez más libre, el viento sacude mi pelo, pero cuando me doy cuenta no solo es el viento… mi Dios, también me toca el pelo, y bajando su mano a mi hombro, sonríe exhausto por la batalla, mientras me afirma con su cabeza el éxito de nuestra empresa. La lucha tiene su recompensa. De esta victoria se hará eco el mar, ya nadie osara dudar. Alzando de nuevo su martillo, me señala el mar que se extiende ante mí. Todavía nos queda mar por avanzar pero menos por llegar.



*Imgen: "Galway" Autor: Pangel.