lunes, 9 de abril de 2012

sentido



Poco a poco comprendo y encuentro sentido a todo aquello que me rodea, que hago, que pienso, quizás respuestas a preguntas que hasta hoy no lograba entender.
Porque no me quede en tierra firme? Porque no busque la seguridad en una tierra firme, una tierra que no se tambalea bajo tus pies, que no cambia de forma constantemente, que no se mueve de un lado para otro. Porque el mar…? Porque no ser igual a los demás? Porque no sembrar la tierra que tenias bajo tus pies? Porque no…?
Porque no podría contemplar el mar desde la orilla sin saber si podría llegar mas allá de donde se pierde la vista. Porque nunca sabría si los sueños existen. Porque contemplar el principio de un camino, la puerta de un sueño, el mar desde la orilla… puedo cerrar los ojos y no mirar, pero al cerrarlos sueño con él, y vuelvo de nuevo a la orilla a contemplarlo otra vez. A mirar mas allá, dejar que corran mis sentidos, sentir el rumor de las olas en la orilla invitándote a entrar en él, acariciando la arena como si fuera tu piel, siento el viento, siento la libertad de correr junto a él… entonces vuelvo de nuevo a los brazos de mi abuelo, a lo alto de los acantilados, allí donde él, por primera vez, me enseño el mar.
La firmeza con que me sostiene en su brazo me da seguridad, mientras extiende el otro señalando el mar, el horizonte, allí donde acaba el mar, allí donde se ocultan unas islas llenas de tesoros, así me lo cuenta él mientras me mira, allí donde vuelve la vista.



*Fotograma: "El árbol de la vida" de Terrence Malick

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