lunes, 11 de noviembre de 2013

Quien soy?


Me lo pregunto sentado en mi barca. Llevo tanto tiempo remando, luchando al mar, peleando contra el viento, la adversidad… apenas recuerdo  mi rostro, hace tiempo que no me veo…
Cadenas de olas de eslabones irregulares llevo afrontando. Encarando cada uno de ellos, escalando hasta vislumbrar el siguiente y dirigir mi nave hacia él cogiendo impulso al descender por sus lomos. No pienso, sigo mi instinto de supervivencia, adaptándome a cada situación a cada ola que me enfrento. Me guio por la experiencia, por los conocimientos adquiridos, por el perfeccionamiento de mi aprendizaje, de mi navegación, de mis errores cometidos en mi viaje, por las situaciones vividas. Todo ello resumido en un viaje, un viaje en busca de un sueño. Unas islas llenas de tesoros, un lugar donde cobijar a los míos.
Mi firmeza es la convicción de los sueños, la proyección, el perfeccionamiento de uno mismo a través de un viaje, siendo este un todo.
Siempre existe el miedo latente a morir, la mayoría evitan exponerse, viajar hasta conocer tus límites, ver el riesgo de cerca y contemplar tus vértigos al asomarte a él. Asomarte a un abismo de caída libre y perecer en el silencio de un vago recuerdo que se difumina en la mente de aquellos que te tuvieron presente. La crueldad del fracaso, el llanto, la pena, la soledad, el silencio, el vacio. Un sentimiento que evoca la tristeza y el dolor del alma. Un lugar sombrío en el fondo del mar donde podrías yacer mientras tu alma se descompone en el olvido.
Cuando conoces eso adquieres conciencia, intentas medir en su longitud el riesgo aun sabiendo que es imposible abarcarlo. Y cuando mas intentas abarcar ese riesgo más temor te infunde, mas te empequeñece respecto a la adversidad. Y quizás tus temores se conviertan en miedo. Aquel que te hace dudar.
En la adversidad te conocerás.


Entonces pregúntate quien eres? 




*Ilustración: Linnea Strid